Permeabilidad Intestinal: todo lo que necesitas saber sobre la raíz de muchas enfermedades
La permeabilidad intestinal es una característica de las membranas del tracto…
Sigue leyendoLa enfermedad celíaca (EC) es una enfermedad global que afecta aproximadamente al 1% de la población, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta condición ocurre en individuos genéticamente susceptibles que desarrollan una respuesta inmune desencadenada por la ingestión de gluten en respuesta a factores ambientales poco conocidos. (1).
En Brasil, se estima que la prevalencia de individuos afectados por la enfermedad celíaca sea de aproximadamente 2 millones, siendo una de las condiciones crónicas relacionadas con la alimentación más comunes y, por lo tanto, una preocupación considerable de salud pública.
Es una enfermedad crónica inmunomediada (cuando el organismo genera una respuesta inflamatoria anormal desencadenada por un antígeno extraño) y una enteropatía del intestino delgado que ocurre en individuos genéticamente susceptibles expuestos al gluten (2).
La enfermedad celíaca ocurre por la ingesta de gluten, presente en el trigo, centeno, cebada y sus derivados, que estimula la producción de anticuerpos por parte del sistema inmunológico, lo que resulta en lesiones en la mucosa del intestino delgado, atrofia de las vellosidades, hiperplasia de las criptas y linfocitosis intraepitelial, mediante mecanismos que están siendo cada vez más compreendidos (3).
El intestino humano está revestido internamente por vellosidades que favorecen la absorción. Las vellosidades tienen como base la lámina propia, formada por vasos sanguíneos y linfáticos, que reciben los productos obtenidos a través del proceso de digestión.
De esta forma, en individuos con predisposición genética para la enfermedad celíaca, el gluten activa mecanismos inmunológicos e inflamatorios que conducen a la atrofia de las vellosidades, originando una mucosa lesionada y una disminución del área de superficie de absorción de los nutrientes (4).
La enfermedad celíaca ocurre debido a la incapacidad de degradación de las proteínas del gluten por parte de las enzimas gastrointestinales, lo que lleva a un proceso de inflamación intestinal con la consecuente mala absorción de los nutrientes (5).
Esta incapacidad digestiva es causada por el alto contenido del aminoácido prolina en el gluten, que da origen a oligopéptidos (péptidos de gliadina) que son reconocidos por el sistema inmunológico, específicamente por los linfocitos T, que inducen respuestas inmunitarias en pacientes con enfermedad celíaca, lo que genera un aumento de la permeabilidad intestinal y varios síntomas asociados (6).
Los péptidos sirven como sustratos para la enzima endógena TG2 (autoantígeno asociado con la enfermedad celíaca), que cataliza su desaminación, convirtiendo residuos específicos de glutamina en ácido glutámico.
La desaminación aumenta la afinidad de unión del péptido del gluten a los heterodímeros (proteína compuesta por dos subunidades diferentes) del complejo de histocompatibilidad humano, o sistema de Antígenos de Histocompatibilidad Humana (HLA), más específicamente a los alelos HLA-DQ2 y HLA-DQ8, que predisponen a la enfermedad celíaca.
Los receptores HLA están expresados en las células presentadoras de antígenos (APC), como los macrófagos y los linfocitos B. Este proceso proporciona una explicación del por qué estos dos haplotipos HLA específicos confieren la mayor susceptibilidad genética a la enfermedad celíaca (7).
De esta manera, los individuos con susceptibilidad genética, cuando están expuestos al gluten, aumentan considerablemente el riesgo de desarrollar la enfermedad celíaca. Aunque factores inmunológicos y ambientales también pueden influir en la aparición de la enfermedad (8).
El gluten es una mezcla compleja de muchas proteínas relacionadas con secuencias de aminoácidos similares. Es el principal componente proteico del trigo (alrededor del 70%), siendo un componente estructural importante del cereal (9), y es la sustancia que queda cuando la harina de trigo se lava para eliminar el almidón.
El gluten y sus contrapartes son proteínas ricas en prolina y glutamina (por ejemplo, prolaminas), y su alto contenido de prolina los hace bastante resistentes a la digestión gastrointestinal. Sin embargo, debido a sus propiedades viscoelásticas únicas, el gluten es esencial para la formación de la masa y es un ingrediente importante y omnipresente en la industria alimentaria (10).
Los síntomas de la enfermedad celíaca pueden desarrollarse en la infancia o solo durante la edad adulta. Sin embargo, una minoría de los afectados pueden ser aparentemente asintomáticos. (2).
Los pacientes pueden presentar una amplia gama de síntomas, clasificados como clásicos o gastrointestinales, y no clásicos o extraintestinales, que difieren en gravedad según el grado de afectación intestinal. (11,12).
Los síntomas gastrointestinales más comunes son:
Los síntomas extraintestinales o no clásicos son más prevalentes en adultos y pueden estar presentes en aproximadamente el 50% de los casos.
Los síntomas extraintestinales más comunes son:
La variabilidad de los síntomas también puede influir en el tiempo de diagnóstico de la enfermedad. El tiempo medio para el diagnóstico en adultos es de 2-3 meses para aquellos con síntomas gastrointestinales, en comparación con 42 meses para aquellos sin síntomas gastrointestinales. (13).
Existen cuatro clasificaciones de la enfermedad celíaca, de acuerdo con los síntomas y manifestaciones clínicas encontradas (14,15):
Hay presencia de señales de mala absorción acompañadas de diarrea crónica con distensión abdominal y pérdida de peso. Otros síntomas como falta de apetito, cambios de humor, vómitos y anemia también pueden estar presentes. Cuando hay retraso en el diagnóstico y tratamiento, esta forma puede evolucionar hacia la crisis celíaca, desencadenada frecuentemente por una infección.
Se caracteriza por un cuadro clínico en el cual las manifestaciones digestivas están ausentes o, cuando están presentes, tienen menos relevancia. En cambio, los síntomas extraintestinales son predominantes y a menudo se identifican de forma aislada (como baja estatura, osteoporosis, artritis, miopatía, entre otros).
Los individuos no presentan síntomas, pero hay alteraciones serológicas e histológicas de la mucosa del intestino delgado compatibles con la enfermedad celíaca.
Presenta serología positiva y ausencia de atrofia de las vellosidades intestinales en la biopsia. Los pacientes pueden desarrollar síntomas y/o cambios histológicos más adelante.
La intolerancia al gluten, también conocida como sensibilidad al gluten no celíaca, es un síndrome caracterizado por la presencia de síntomas gastrointestinales y extraintestinales que resultan de la ingesta de alimentos con gluten, pero sin compromiso inmunológico conocido, y cuyos síntomas mejoran con la exclusión de estos alimentos (16).
Los criterios diagnósticos para la enfermedad celíaca han evolucionado desde la necesidad de tres biopsias secuenciales del intestino delgado hasta una combinación de pruebas serológicas específicas y la presencia de enteropatía en biopsias del intestino delgado, tanto en niños como en adultos.
En general, el diagnóstico se basa en la combinación de evaluación histológica, pruebas serológicas y evaluación de la predisposición genética (17).
La endoscopia digestiva alta con biopsia sigue siendo un componente crítico para confirmar el diagnóstico de la enfermedad celíaca en la gran mayoría de los casos, ya que se extrae una muestra de tejido del revestimiento del intestino delgado.
El diagnóstico se confirma si la biopsia muestra que las vellosidades intestinales están aplanadas y si el intestino delgado mejora después de que la persona deja de ingerir alimentos que contienen gluten (18).
Las personas con sintomatología sugestiva o con un riesgo aumentado de desarrollar la enfermedad celíaca son evaluadas en cuanto a la presencia de anticuerpos específicos, como la dosificación del anticuerpo anti-transglutaminasa (TTG o TG2), anticuerpo anti-endomisio (EMA), anticuerpo anti-gliadina (AGA) y, con menos frecuencia, la evaluación de los anticuerpos anti-tejido transglutaminasa (anti-tTG-ab) y los péptidos de gliadina desamidados (anti-DGP-ab) (19).
Sin embargo, los resultados negativos de la serología no excluyen totalmente la enfermedad celíaca.
La detección genética consiste en evaluar el riesgo de desarrollar la enfermedad a partir de la genotipificación de los genes HLA. La combinación de los alelos HLA (HLA-DQ2 y HLA-DQ8) explica aproximadamente el 40% de la variación genética de la enfermedad celíaca.
Sin embargo, el 30% de la población general (individuos sanos) presenta los haplotipos HLA-DQ2 y/o DQ8, por lo tanto, un resultado positivo no permite confirmar el diagnóstico, siendo necesario evaluar el historial clínico y otros exámenes del paciente. Por otro lado, un resultado negativo para ambos haplotipos hace que el diagnóstico de enfermedad celíaca sea muy improbable.
La genotipificación HLA-DQ2/DQ8 es útil en la investigación temprana en niños (sin necesidad de endoscopia), en el cribado de grupos de riesgo, como en el caso del síndrome de Down, pacientes con diabetes tipo 1 y pacientes con parientes de primer grado con enfermedad celíaca (en estos casos, la prueba de serología y biopsia solo se indica si son positivos para HLA-DQ2 y/o DQ8) y para excluir la posibilidad de enfermedad celíaca en ciertos escenarios clínicos (18, 20).
A SYNLAB ofrece, además de pruebas serológicas para la evaluación de los principales anticuerpos relacionados con la enfermedad celíaca (como anti-transglutaminasa y anti-gliadina), los siguientes exámenes:
Celia Test, consiste en la investigación de la susceptibilidad genética mediante el análisis de los haplotipos de riesgo HLA-DQ2 y HLA-DQ8. A partir de una muestra de sangre del paciente, se realiza una extracción del ADN y posterior amplificación por PCR Multiplex-Fluorescente (MF-PCR) de los alelos DQA1*0501 y DQB1*0201 del haplotipo HLA-DQ2 y de los alelos DQA1*0301 y DQB1*0302 del haplotipo HLA-DQ8.
INTOLERANCE2, permite saber en un único análisis si existe una predisposición genética para la enfermedad celíaca y/o intolerancia a la lactosa primaria es una alternativa al test respiratorio. La análisis se realiza a partir de una muestra de sangre, evitando la exposición directa del paciente a las sustancias.
Wellness Check, es um test molecular que permite conocer no solo la predisposición genética de la enfermedad celíaca, sino también la regulación del metabolismo y otros procesos relacionados con la nutrición. El análisis genético determina variantes genéticas en 24 genes relacionados con: colesterol y perfil lipídico; intolerancia a la lactosa; enfermedad celíaca; sensibilidad al sal; metabolización del alcohol; metabolización de la cafeína; riesgo de osteoporosis; detoxificación del hígado; estrés oxidativo; respuesta inflamatoria y metabolismo de la homocisteína.
La exclusión estricta y permanente de todos los alimentos que contienen gluten de la dieta es el único tratamiento recomendado para la enfermedad celíaca y generalmente resulta en mejoría o resolución de la enteropatía y los sintomas (21).
La adopción temprana de una dieta sin gluten ha demostrado reducir o eliminar los síntomas y detener la progresión de muchas complicaciones relacionadas con la enfermedad celíaca, normalizando los trastornos metabólicos y nutricionales, y mejorando el peso (22).
Sin embargo, estudios sugieren que no todos los pacientes responden a la dieta, ya sea sintomáticamente o histológicamente, principalmente debido a la exposición inadvertida al gluten (23).
La adherencia a una dieta sin gluten puede tener consecuencias sociales negativas. Comer fuera de casa o viajar también se complica debido a la dificultad de acceder a alimentos sin gluten y al constante temor a una posible contaminación por gluten.
Además de los efectos psicológicos, una dieta sin gluten representa una carga financiera, ya que la mayoría de los productos sin gluten son dos o tres veces más caros que los productos que contienen gluten (24).
Además de frutas, verduras, legumbres, carnes, huevos y lácteos, el maíz, el trigo sarraceno, el arroz, la quinoa, la soja, el sorgo, la tapioca y la linaza son cereales naturalmente libres de gluten y, por lo tanto, adecuados para pacientes con enfermedad celíaca.
La realización de exámenes precisos y actualizados es fundamental para lograr diagnósticos más asertivos y una mejor orientación de los tratamientos.
SYNLAB ofrece soluciones de diagnóstico con estricto control de calidad a empresas, pacientes y médicos. Desde hace más de 10 años en Brasil, actúa en 36 países y tres continentes, siendo líder en prestación de servicios en Europa.
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(1) Singh P, Arora A, Strand TA, et al. Global Prevalence of Celiac Disease: Systematic Review and Meta-analysis. Clin Gastroenterol Hepatol. 2018 Jun;16(6):823-836.e2.
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