Preeclampsia: la importancia del cribado con biomarcadores y algoritmos validados
La preeclampsia es uno de los trastornos hipertensivos más relevantes…
Sigue leyendoLa preeclampsia es uno de los trastornos hipertensivos más relevantes del embarazo, con un impacto significativo en la salud materna y neonatal. Se estima que afecta del 2% al 8% de los embarazos en todo el mundo, siendo responsable de aproximadamente 70 mil muertes maternas y 500 mil muertes fetales y neonatales anualmente, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A pesar de los avances en el prenatal y en la asistencia obstétrica, el diagnóstico precoz y el manejo adecuado de la condición siguen siendo desafiantes, especialmente en contextos con acceso limitado a cuidados especializados.
En este artículo, comprenderás mejor qué es la preeclampsia, sus causas, síntomas y las posibles complicaciones para madres y bebés. Además, te mostraremos cómo los biomarcadores y los algoritmos validados están transformando el diagnóstico y el manejo de esta condición, permitiendo intervenciones tempranas y eficaces. Sigue leyendo y descubre cómo es posible prevenir, diagnosticar y tratar la preeclampsia.
La preeclampsia es un síndrome hipertensivo multisistémico específico del embarazo y representa una de las principales causas de morbilidad y mortalidad materna y fetal (1, 2). Se caracteriza por la elevación de la presión arterial (≥ 140/90 mmHg) y la presencia de proteinuria (≥ 300 mg/24h) después de la semana 20 de gestación (3).
En algunos casos, puede ocurrir incluso en ausencia de proteinuria, siendo identificada por otros signos de disfunción orgánica, como trombocitopenia, elevación de enzimas hepáticas, insuficiencia renal, edema pulmonar o manifestaciones neurológicas, como cefalea persistente y trastornos visuales.
La fisiopatología implica disfunción endotelial, respuesta inflamatoria exacerbada y alteraciones en la placentación, resultando en perfusión placentaria inadecuada y aumento del riesgo de complicaciones materno-fetales (4).
Según la Preeclampsia Foundation, alrededor de 10 millones de mujeres son afectadas anualmente por la condición, con aproximadamente 76 mil muertes maternas relacionadas con la preeclampsia y otros trastornos hipertensivos del embarazo, consolidándose como una de las principales causas de muertes maternas y perinatales en el mundo (5).
La evolución del cuadro puede llevar a complicaciones graves, como eclampsia (convulsiones asociadas a la preeclampsia), síndrome HELLP (hemólisis, elevación de enzimas hepáticas y plaquetopenia) y restricción del crecimiento fetal.
Entre los factores de riesgo se encuentran el historial familiar, primer embarazo, obesidad, diabetes, enfermedades autoinmunes y embarazo múltiple (6).
La eclampsia es una complicación grave de la preeclampsia, caracterizada por la ocurrencia de convulsiones durante el embarazo o en el período posparto. Aunque ambas están asociadas con la hipertensión en el embarazo, la presencia de crisis convulsivas es el principal factor que diferencia la eclampsia de la preeclampsia.
Se trata de una condición potencialmente fatal, que exige intervención médica inmediata. Cuando no se tratan adecuadamente, las convulsiones pueden evolucionar a coma, lesiones neurológicas permanentes e incluso muerte materna o fetal (7).
Históricamente, la preeclampsia recibió ese nombre por ser considerada una fase que precedía a la eclampsia. Hoy se sabe que las convulsiones son solo una de las posibles manifestaciones de la enfermedad en estado avanzado.
A pesar de que generalmente ocurren como complicación de la preeclampsia grave, las convulsiones eclámpticas pueden surgir incluso en ausencia de signos clínicos evidentes de la condición (7).
La preeclampsia es considerada una enfermedad de origen placentario, con desarrollo en dos etapas. En la primera, hay una placentación anormal al inicio del embarazo, seguida, en los trimestres posteriores, por un “síndrome materno” caracterizado por exceso de factores antiangiogénicos circulantes, en el cual sustancias liberadas por la placenta entran en el torrente sanguíneo materno, causando inflamación, aumento de la presión arterial y otros síntomas típicos de la enfermedad (8, 9).
Aún no se sabe exactamente por qué la placenta se desarrolla de forma anormal en algunos casos. Investigaciones con modelos animales sugieren que la falta de oxigenación adecuada en la región de la placenta (isquemia uteroplacentaria) puede desencadenar respuesta hipertensiva y la falla de múltiples órganos, típicas de la fase clínica de la enfermedad (10).
Diversos factores han sido asociados con la disfunción placentaria, como estrés oxidativo, alteraciones en las células natural killer (NKs) de la interfaz materno-fetal, además de influencias genéticas y ambientales, aunque ninguno de ellos ha sido comprobado de forma concluyente en humanos.
Lo que se sabe con mayor seguridad es que la placenta alterada libera en la circulación materna sustancias tóxicas solubles, capaces de inducir inflamación sistémica, disfunción endotelial y los signos clínicos característicos de la preeclampsia (8, 9, 11).
Además, según la International Society for the Study of Hypertension in Pregnancy, este trastorno se caracteriza por la presencia de presión arterial sistólica mayor o igual a 140/90 mmHg en (12):
La preeclampsia generalmente se manifiesta después de la semana 20 de gestación y puede ser asintomática o presentar los siguientes signos (13):
La eclampsia es la evolución grave de la preeclampsia e incluye convulsiones. Los síntomas adicionales incluyen:
Ambas condiciones requieren atención médica urgente, ya que pueden poner en riesgo la vida de la madre y del bebé.
La preeclampsia puede llevar a complicaciones graves tanto para la madre como para el bebé. Si no se controla adecuadamente, la condición puede evolucionar a situaciones de riesgo de vida (3).
Entre las complicaciones maternas de la preeclampsia podemos citar:
La preeclampsia también puede ofrecer riesgos para el bebé, como:
El monitoreo riguroso de la gestante y la intervención precoz son esenciales para minimizar los riesgos de la preeclampsia y evitar desenlaces adversos tanto para la madre como para el bebé.
La evaluación del riesgo para el desarrollo de la preeclampsia se basa tradicionalmente en la historia clínica materna, teniendo en cuenta factores como nuliparidad, índice de masa corporal elevado, diabetes gestacional, antecedentes de preeclampsia e hipertensión crónica.
Sin embargo, este enfoque clínico aislado es capaz de identificar solo alrededor del 30% de las mujeres que efectivamente desarrollarán la enfermedad (12). Para mejorar esta tasa de detección, estudios han investigado el papel de marcadores séricos maternos, como beta-hCG libre, proteína A plasmática asociada al embarazo (PAPP-A), proteína placentaria 13 (PP13), inhibina A, factor de crecimiento placentario (PlGF) y la desintegrina-A y metaloproteinasa 12 (ADAM12), como herramientas auxiliares en la predicción de la preeclampsia aún en el primer trimestre gestacional (14).
La identificación precoz de las gestantes con mayor riesgo posibilita intervenciones más eficaces en el prenatal, optimizando el manejo y potencialmente reduciendo la gravedad de la enfermedad. En este contexto, el estudio prospectivo multicéntrico ASPRE evaluó 26,941 embarazos únicos mediante una selección combinada en el primer trimestre.
Se consideraron factores maternos, presión arterial media, índice de pulsatilidad de la arteria uterina (UtA-PI) y los niveles séricos de PAPP-A y PlGF, entre la semana 11 y la 13 de gestación. Este enfoque fue capaz de detectar el 76.6% de los casos de preeclampsia de inicio precoz y el 38.3% de los casos totales de la condición (15).
El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) clasifica la preeclampsia en formas leve y grave, de acuerdo con el grado de hipertensión, la presencia de proteinuria y el compromiso sistémico de la paciente.
Para la selección de gestantes con riesgo aumentado, el ACOG recomienda el uso exclusivo de datos clínicos, como la anamnesis y el índice de masa corporal (IMC). Este enfoque, aunque simple, presenta una tasa razonable de detección, pero con una alta tasa de falsos positivos, cercana al 70% (16).
Por su parte, el National Health Service (NHS) del Reino Unido adoptó criterios similares, pero con puntos de corte más rigurosos (17). Con esto, logró reducir la tasa de falsos positivos a alrededor del 10%, pero, lamentablemente, con una caída significativa en la tasa de detección, estimada en solo el 40%, lo que se considera inaceptable desde el punto de vista clínico.
Ante estas limitaciones, la Fetal Medicine Foundation (FMF) de Londres propuso un algoritmo más amplio, que combina información clínica (anamnesis e IMC) con el índice de pulsatilidad de las arterias uterinas, la presión arterial media materna y marcadores bioquímicos, especialmente el factor de crecimiento placentario (PlGF) (18).
Este enfoque integrado representa un avance importante. Mientras que los métodos de selección convencionales detectan solo alrededor del 30% de los casos de preeclampsia, las nuevas pruebas predictivas, basadas en múltiples marcadores, tienen el potencial de reducir hasta en un 89% la incidencia de la enfermedad entre las mujeres en riesgo.
El tratamiento de la preeclampsia varía según la gravedad y la edad gestacional, pudiendo incluir el uso de antihipertensivos, sulfato de magnesio para la prevención de convulsiones y, en casos más severos, la anticipación del parto como única intervención definitiva (6).
El seguimiento y control de la preeclampsia se realiza mediante el monitoreo de la hipertensión aguda, prevención de convulsiones y conductas clínicas que ayuden en la búsqueda de un embarazo a término. En pacientes con diagnóstico de preeclampsia y cerca del término (mayor o igual a 37 semanas de gestación), cuando el feto está maduro, el parto es una manera eficaz de tratamiento y optimización de los resultados del embarazo.
En los embarazos pretérmino, el riesgo de continuar con el embarazo debe evaluarse ante la posibilidad del desarrollo de trastornos multisistémicos, es decir, el agravamiento provocado por la preeclampsia que lleva a una disfunción orgánica materna y que puede resultar en complicaciones clínicas como la eclampsia y el síndrome HELLP (hemólisis, niveles elevados de enzimas hepáticas y baja cuenta de plaquetas).
La prevención de la preeclampsia y la eclampsia implica estrategias dirigidas a la identificación precoz de factores de riesgo, el control de la presión arterial y la adopción de medidas que favorezcan la salud materna y placentaria. Algunas estrategias incluyen:
Estas medidas son esenciales para reducir la incidencia de la preeclampsia y minimizar sus complicaciones. Si la condición se desarrolla, el abordaje precoz y el tratamiento adecuado son fundamentales para preservar la salud materna y fetal.
Utilizando el algoritmo que emplea datos de anamnesis y datos bioquímicos, SYNLAB ha desarrollado dos exámenes que tienen como objetivo la identificación precoz y diagnóstico de la preeclampsia.
La prueba Preeclampsia 1er Trimestre es un examen que permite conocer el riesgo de desarrollo de preeclampsia entre la semana 11 y la 13 del embarazo. El examen combina el análisis de los niveles de PlGF (factor de crecimiento placentario), junto con los parámetros PAPP-A (proteína plasmática-A asociada al embarazo), presión arterial y ultrasonografía.
La prueba Preeclampsia en el 2° y 3° trimestre es un examen que permite diferenciar entre mujeres saludables y mujeres con preeclampsia, combinando el análisis de la razón sFlt-1/PlGF (factor soluble fms-like tirosina-quinasa-1 / factor de crecimiento placentario), junto con la presión arterial y la determinación de la proteinuria, siendo indicado realizarlo a partir de la segunda mitad del embarazo.
Las pruebas permiten determinar el riesgo de desarrollar preeclampsia o su diagnóstico precoz, lo que posibilita el manejo y la aplicación de las intervenciones necesarias para controlar los riesgos de complicaciones maternas y fetales.
El Preeclampsia 1er Trimestre es un examen de selección que permite estimar el riesgo de desarrollo de preeclampsia entre la semana 11 y la 13 del embarazo. El cálculo del riesgo se realiza mediante un algoritmo exclusivo, y el único compatible y validado por las directrices de la Fetal Medicine Foundation (FMF), que combina información clínica de la gestante, datos de ultrasonografía y la dosificación de los principales biomarcadores séricos, como el PlGF (factor de crecimiento placentario) y la PAPP-A (proteína plasmática-A asociada al embarazo), además de la presión arterial media.
¿Para quién está indicado?
Gestantes entre las semanas 11 y 13.6 de gestación, especialmente con alguno de los siguientes factores de riesgo:
El examen Preeclampsia en el 2° y 3° trimestre evalúa el riesgo de desarrollo de preeclampsia en las fases más avanzadas del embarazo. El cálculo del riesgo se realiza con base en un algoritmo que integra la dosificación del PlGF (factor de crecimiento placentario), la presión arterial de la gestante y el análisis de proteinuria.
La realización del examen se recomienda a partir de la semana 20 de gestación.
¿Para quién está indicado?
La realización de exámenes precisos y actualizados es esencial para diagnósticos más certeros y una mejor orientación de los tratamientos. SYNLAB está aquí para ayudarte.
Ofrecemos soluciones diagnósticas con un riguroso control de calidad para las empresas, pacientes y médicos que atendemos. Estamos presentes en Brasil desde hace más de 10 años, operamos en 36 países y tres continentes, y somos líderes en servicios de diagnóstico en Europa.
¡Contacta con el equipo de SYNLAB y conoce los exámenes disponibles!
Referencias Bibliográficas
1) Sibai B, Dekker G, Kupferminc M. Pre-eclampsia. Lancet. 2005;365(9461):785–799.
2) Steegers EA, von Dadelszen P, Duvekot JJ, Pijnenborg R. Pre-eclampsia. Lancet. 2010;376(9741):631–644.
3) Rana S, Lemoine E, Granger JP, Karumanchi SA. Preeclampsia: Pathophysiology, Challenges, and Perspectives. Circ Res. 2019 Mar 29;124(7):1094-1112.
4) Magee, L. A., Brown, M. A., Hall, D. R., Giguère, Y., Hébert, J., & Rey, E. (2022). The hypertensive disorders of pregnancy. Best Practice & Research Clinical Obstetrics & Gynaecology, 82, 32-50.
5) Preeclampsia Foundation. Disponível em: https://www.preeclampsia.org/
6) American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG). (2020). Hypertension in pregnancy. Obstetrics & Gynecology, 135(6), e237-e260.
7) Preeclampsia Foundation. Disponível em: https://www.preeclampsia.org/what-is-eclampsia
8) Redman CW, Sargent IL. Latest advances in understanding preeclampsia. Science. 2005;308:1592–1594. doi: 10.1126/science.1111726.
9) Romero R, Chaiworapongsa T. Preeclampsia: a link between trophoblast dysregulation and an antiangiogenic state. J Clin Invest. 2013;123:2775–2777. doi: 10.1172/JCI70431.
10) Palei AC, Spradley FT, Warrington JP, George EM, Granger JP. Pathophysiology of hypertension in pre-eclampsia: a lesson in integrative physiology. Acta Physiol (Oxf). 2013;208:224–233.
11) Roberts JM, Taylor RN, Musci TJ, Rodgers GM, Hubel CA, McLaughlin MK. Preeclampsia: an endothelial cell disorder. Am J Obstet Gynecol. 1989;161:1200–1204.
12) Brown MA, Lindheimer MD, de Swiet D, Van Assche A, Moutquin JM. The classification and diagnosis of the hypertensive disorders of pregnancy: statement from the International Society for the Study of Hypertension in Pregnancy (ISSHP). Hypertens Pregnancy. 2001;20(1):IX-XIV. PMID: 12044323 DOI: 10.1081/PRG-100104165
13) Ramos JGL, Sass N, Costa SHM. Preeclampsia. Rev Bras Ginecol Obstet. 2017 Sep;39(9):496-512.
14) Audibert F, Boucoiran I, An N, Aleksandrov N, Delvin E, Bujold E, Rey E. Screening for preeclampsia using first-trimester serum markers and uterine artery Doppler in nulliparous women. Am J Obstet Gynecol. 2010 Oct;203(4):383.e1-8.
15) Rolnik DL, Wright D, Poon LCY, Syngelaki A, O’Gorman N, de Paco Matallana C, Akolekar R, et al. ASPRE trial: performance of screening for preterm pre-eclampsia. Ultrasound Obstet Gynecol. 2017 Oct;50(4):492-495.
16) Wilbert S Aronow. Hypertensive disorders in pregnancy. Ann Transl Med. 2017;Jun;5(12):266.
17) National Health Service (NHS). Disponível em: https://www.england.nhs.uk/
18) Fetal Medicine Foundation. Disponível em: https://fetalmedicine.org/
19) World Health Organization (WHO). (2021). Calcium supplementation during pregnancy for the prevention of pre-eclampsia and its complications.
La preeclampsia es uno de los trastornos hipertensivos más relevantes…
Sigue leyendoLa salud de la mujer es un concepto amplio que…
Sigue leyendoEl embarazo es una fase de intensas transformaciones en el…
Sigue leyendo